Puede que sientas (o hayas sentido) palpitaciones, sudoración, dificultad para respirar, pero... ¿es eso ansiedad o simplemente nervios, o es que estoy sometido/a a un período de estrés?
La ansiedad está más relacionada con un miedo no resuelto, que hiperactiva el Sistema Nervioso Autónomo (SNA) que es el responsable de la respuesta lucha/huida del organismo ante una amenaza. Por ello, comúnmente hay presentes pensamientos de peligro inminente, tensión muscular, hipervigilancia o un estado de alerta continuo, preocupación por el futuro e incluso comportamientos evitativos.
El miedo es una emoción que provoca una respuesta adaptativa en el organismo, lo hiperactiva para que sobreviva ante un peligro, y es común a otros animales. El problema es que los demás animales tienen miedo a estímulos concretos, identificables, y una vez resuelta la situación de peligro, su organismo se regula para volver a un estado de calma.
En cambio, los humanos somos animales muy complejos, con miedos más abstractos (miedo a decepcionar, miedo a no ser suficiente, miedo al fracaso) ... ¿cómo voy a ver venir un tipo así de miedo? ¿y cómo lucho o huyo? En nuestro caso, debemos atender a variables relacionadas con nuestra realidad y nuestras expectativas sobre la vida y el futuro. El objetivo en terapia consiste en modificar la percepción de amenaza y reforzar tu capacidad de afrontamiento de la situación.
Por otro lado, experimentar cierto nivel de hiperactivación en períodos de estrés (trabajo, familia, etc) tiene sentido, ya que nos "activa" para responder a un aumento de demanda por parte de nuestro entorno. Siempre y cuando este aumento de rendimiento no sobrepase nuestros recursos (y no se prolongue mucho en el tiempo), será adaptativo.
Si has experimentado síntomas de ansiedad, o convives con ellos, te animo a que valoremos tu caso en consulta. El hecho de exponerse al estímulo o situación temida disminuirá tu malestar y reforzaremos tus estrategias de afrontamiento para que sigas haciéndole frente en el futuro.
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