
¿Qué lugar ocupa el sexo en tus relaciones?, ¿has pensado qué efecto tiene en tu regulación emocional?, ¿qué emociones están presentes antes, durante y después?
La hipersexualidad es un motivo de demanda frecuente en la práctica clínica, concretamente por el malestar emocional que se esconde detrás. En ocasiones, si sentimos malestar, con dificultad para identificar y expresar las emociones, podemos realizar prácticas sexuales para canalizarlo a modo de estrategia de regulación emocional.
pero... ¿cómo puede el sexo regular las emociones?
La hipersexualidad puede suponer una estrategia para escapar, evitar o afrontar estados de ánimo disfóricos. El problema consiste en que, además de proporcionar cierto alivio o reducción del malestar (que dura muy poco tiempo), aparecen posteriormente sentimientos como la culpa y la vergüenza. De esta forma, las emociones y la conducta sexual se retroalimentan, entran en un bucle donde el sexo se convierte en el único modo (o al menos el más inmediato) de manejar el malestar emocional. Por tanto, el malestar emocional puede ser causa y consecuencia de la hipersexualidad.
y entonces, ¿cómo se aborda la hipersexualidad en terapia?
El objetivo terapéutico consiste en mejorar la identificación y expresión emocional, adquirir y reforzar estrategias de afrontamiento y regulación emocional. También se aumentará tu tolerancia al malestar, evitando realizar conductas inmediatas que lo disminuyen a corto plazo.
¿Qué estado emocional piensas que debe tener una persona para desear mantener una relación sexual? y ahora piensa qué estado anímico has tenido en tus anteriores encuentros sexuales. ¿Existía malestar emocional antes, durante o después? Si la respuesta es sí, te animo a vernos en consulta para poder orientarte y trabajar juntos en tu bienestar emocional.
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